AITXURI & AKETEGI

28/09/13 

Aitxuri: 1.551m - Aketegi: 1.549m

(Gipuzkoa)

Aitxuri
Nuestro propósito de hoy: Aitxuri, "el techo de Gipuzkoa" y el punto más alto de Euskadi, en el macizo de Aitzgorri. Aparcamos el coche en Arantzazu (Oñati), y tomamos el camino que sale del lateral del santuario.

Arantzazu
Dejamos a nuestra derecha el Restaurante Sindika, tomamos un sendero a la izda, y pasamos por el lateral de una verja, que nos indica "claramente" y sin lugar a dudas. que estamos en el buen camino.



No me parecen muy apetecibles, no sé si me atrevería a degustarlas aunque sean comestibles.

Coprinus comatus??
Siguiendo el sendero, entramos en  un encantador bosque, que parece sacado de un cuento, y  ... LLUEVE, nos tenemos que refugiar debajo de un árbol, un rato, pues a pesar de llevar txubaskero, cae con rabia.




 A nuestra izda, vemos una curiosa fuente, con la imagen de una virgen en su interior.




Al salir del hayedo, y a medida que nos acercamos a la vaguada de Otraitz, el camino se va endureciendo y el sol, tímidamente va asomando (me ha salido un pareado). Vamos "flojillos", y nos detenemos para tomar un ligero tentepié, la vista que vamos dejando atrás es alucinante:




Llegamos al collado de Elorrola, y a las campas de Urbia,  que me dejan sin aliento, bueno, eso y "la subidita".

Enaitz y Gorostiaran
Hasta ahora ha sido muy fácil, es imposible perderse, ni aún queriendo, y mira que somos especialistas en ello, pero nada, que poco a poco, nos vamos acercando al cresterío.


Arbelaitz (1513 m)
Tomamos el camino de que nos lleva a las txabolas de Arbelar, y a nuestras espaldas se queda la fonda, que hemos pasado de largo, con la premisa de hacer una visita a la vuelta.



Volvemos la mirada de nuevo hacia las impresionantes campas de Urbia.

Zabalaitz (1254 m)
Superado Arbelar, el paseo ya no va a ser tan cómodo, hay que ponerse serios ...



A nuestra izda, los apacibles equinos pastan a los pies del cresterío, ajenos a  todo.




Toca subir, y seguimos el sendero en un interminable zig zag.




Justo debajo del Iraule, en una cresta hay un amplio recoveco, que bien podría servir para guarecerse, en caso de necesidad.



Y llegamos a los pies de una veleta "decorativa", en mitad del camino, que aquí se desdobla. Hacia la derecha el que sigue hasta Aizkorri, y el que nosotros tomamos, que nos llevará a Aitxuri. 



Poco a poco, vamos ganando altura, y por encima nuestro, a la izquierda aparece Iraule (1507 m)

Itaule
Uff, el ultimo tramo...., con Aketegi a mis espaldas, y un viento de escándalo, en plena "trepada".




Aketegi, con su vértice geodésico.




Y por fin pisamos la techo de País Vasco, estamos a 1551m, en Aitxuri.


Buzón de Aitxuri, con Udalaitz de fondo.




Dejamos en el buzón nuestra tarjeta de visita.

Iraule y Arbelaitz.
Placa de San Bernardo con su perro en la cima de Aitxuri.

Misión cumplida, ahora toca bajar de esta alucinante atalaya, y subir a Aketegi, así que voy tras la mochila verde, que me precede, y que no camina sola, mi abre-caminos va delante, con ella a la espalda.



Y por fín me acomodo en el Vértice geodésico de Aketegi, y disfruto de la "brisa huracanada" y por supuesto, de las vistas.




Y ahora a por el buzón, que está muy ajustadito al borde de la roca:


Aketegi
Dejamos la tarjeta de visita, esta vez en Aketegi, a 1549 m,, y sigue soplando un airecillo. La sonrisa en este punto se congela en mi rostro, manda narices que fresquito hace aquí arriba, pero una es de Bilbao, y los pantalones largos son para el invierno, pero como me estoy acordando de ellos.




Aproximarse a este buzón con el viento, "acongoja" un poco, hay una caída impresionante, si no llevas parapente, como es el caso.


Buzon Aketegi
 Aitxuri con su tamboril, desde Aketegi:

Aitxuri
Toca bajar, y dar cuenta del amaiketako, aquí arriba hace fresquito, y nuestro próximo destino: la fonda de Urbía, que se ve muy txikita desde aquí.




Y, estos comiendo tan ricamente, con el hambre que llevamos....




A nuestras espaldas queda el motivo por el que volveremos: Aizkorri, con la cruz en su cima.

Aizkorri
Retomamos el camino de regreso, con algo de mala gaita, me acabo de dar cuenta de que he perdido mis gafas de sol, en algún momento de la subida , y cualquiera sube a buscarlas, mira que si están al otro lado del peñasco?. Bah, con el mal sabor de boca, mejor olvidarlo con un buen txakolí en la fonda y claro, el  bokata se lo come mi Indiana,  yo prefiero ahogar las penas con un plato como dios manda: "huevos con chorizo", y sin lugar a dudas, esto me cambia el humor, está de muerte. Así que con el estómago lleno, regresamos.




Hacemos el retorno, sin prisas, y decido quedarme con algo, a cambio de mis gafas: ¡¡¡¡ moras!!!!, un delicado manjar, sobre todo si forman parte de una tarta de chocolate blanco que ya sé quien va a elaborar, Tengo una compañera de trabajo, que siempre anda presumiendo de su arte culinario, jah, habrá que hacerle un examen de aptitud.




La vuelta, es todo un placer para la vista, y esa tarta  de moras......



De nuevo en el punto de partida, el Santuario de Arantzazu, una auténtica muestra de la escuela de arte vasco actual de los arquitectos: Sainz de Oiza y Laorga, y por supuesto, visita obligada.

Fachada con la Piedad y los 14 Apóstoles e piedra caliza  de Oteiza
Detalle de la piedra labrada en punta de diamante de las torres.


Arantzazu - Vidrieras de Xabier Alvarez de Eulate
Mural-retablo de madera de Lucio Muñoz,
y la  diminuta Imagen  del siglo  XIII en piedra policromada.
La cripta, presidida por el Cristo resucitado, de Nestor Basterretxea



Una ultima miradita al entorno, antes de entrar en el coche, y me quedo con este montecillo, que está pegadito a Arantzazu, pero separado por el barranco, tiene un aire tan altivo, quien sabe?, tal vez toquemos esa cruz, algún dia...


Aitzabal  (752 m.)
Ya en casa, hago resumen de la jornada, hemos llegado a Aranzazu a las 10:20 y hemos vuelto al coche a las 17:20, nada menos que siete horas, pero hemos subido los dos picos más altos del País Vasco, hemos recorrido aprox. 16 km, aparte he conocido las famosas campas de Urbia, he degustado mi plato favorito, he visitado Arantzazu, que tampoco conocía; nos ha llovido, hemos tenido viento, sol, frío, calor..., he perdido las gafas de sol, he recolectado moras, esas moras que formarán parte de una estupenda tarta. Pues resulta que ha sido un día bastante completito, digo yo.





LEKANDA & IGALIRRINTZA

27/07/13

Lekanda: 1.302m - Igalirrintza: 1.296m 

(Bizkaia)

Lekanda
Nuestro objetivo, está vez, serán Itxima y  Lekanda, antesalas de Gorbeia, y el punto de partida: Pagomakurre, donde aparcamos el coche.


Fuente de Pagomakurre
Tomamos la pista que sale desde Pagomakurre hacia las campas de Arraba, y pese a estar en pleno mes de Julio, una espesa niebla cubre las zonas bajas, y amenaza con alcanzarnos.



Vamos bordeando la base del Lekanda, y una vez en Arrabakoate, torceremos hacia la dcha. para buscar el Paso de Igalerantz, y acender por la cara Sur. Una vez conseguido, bajaremos de nuevo, y recorreremos Itxina. La caminata desde Pagomakurre hasta las campas de Arraba es relajante, y disfrutamos del paisaje.



Me sorprende la gran cantidad de cardos azules que hay en los bordes del camino y en los aledaños del Lekanda. Me resultan curiosos, es como si algún gnomo travieso se hubiera dedicado a espolvorearlos con añil, por supuesto su coloración se debe a la alcalinidad y pobreza del suelo.


Suspendidas en los bordes de los neveros, de las campas de Arraba, las dedaleras, dan su característico toque de color.


Digitalis Purpurea
La niebla baja sigue ascendiendo, y amenaza con alcanzar las campas de Arraba:


En su avance, se fusiona con las nubes


Y, va alcanzando al Aldamin y el Gorbea:




Con la niebla pisándonos los talones, desde el Refugio cercano, nos recomiendan que no nos adentremos en el complejo kárstico de Itxina; sin conocerlo y sin visibilidad, sus hoyas, puedes ser muy traicioneras, así que impera la sensatez, y directamente tomamos el Paso de Igalerantz, para subir a Lekanda. 


Itxina..., ya tenemos un motivo para volver ....



La niebla sigue acechando, y la cruz del Gorbea se oculta tras ella.



Ya casi estamos, sorprende lo fácil que resulta la ascensión, solo al final, hay un pequeño escollo, que te puede hacer sudar, si se tiene vértigo.




Objetivo conseguido:



Estamos totalmente solos, ni las cabras no acompañan:



Vale, ya es hora de almorzar y reponer fuerzas, y elegimos un recoveco protegido, la mañana está fresquita y hace viento, pero disfrutamos de las vistas. Y mientras damos buena cuenta de los bokatas, veo que tenemos un vértice geodésico de otra cima,  a un tiro de piedra. Mirada pícara a mi compañero, un por favor, por favorrrr, hay huevos?????, si ya sé, hace fresco .... la niebla.... pero está ahí, casi podemos tocarlo, y un  .... vaaaaale, vamos.


Igalirrintza
Bueno,  a un tiro de piedra ..., como que no, pero casi; así que retrocedemos y vamos buscando marcas y señales, ascendemos y descendemos, y trepamos,  y por fín, llegamos al vértice geodésico del Igalirrintza




A mis espaldas,  el Lekanda, Aldamín y Gorbea, y todo para nosotros. Nadie a la vista.



Y por supuesto, dejamos constancia de nuestra visita en el buzón del Igalirrintza.




Hora de regresar,  nos dirigimos hacia el recoveco elegido para el hamaiketako, desde donde veíamos en el horizonte el Anboto, con semejante vista, el bokata es lo de menos, te olvidas hasta del hambre...




Y aquí de nuevo: el Lekanda, el Aldamín, y el Gorbea, con su cruz, ya visible y muy txikita al fondo.




Para regresar,  elegimos descender por la cara norte, mi scouth dice que ve camino, y ni marcas, ni puñetas, todo hacia abajo, y  por la pedrera ....


Lo de la pedrera se queda pequeño, bueno vale ..., la que se queda pequeña soy yo, entre tanto pedrusco.


Y mientras bajamos, no puedo evitar dirigir mi objetivo al frente; parece que la Dama del Anboto está en su morada, y ha encendido el fuego..., estará haciendo pan??

Cresterío de Anboto
Ya, en suelo firme, volvemos a la pista de Pagomakurre, y de nuevo, un paseo relajante y reparador, hasta el coche.


Ha sido una mañana increíble, que más se puede pedir?. El tiempo amenazaba con aguarnos la jornada, pero ha despejado, y las vistas?. Las vistas, como siempre, increíbles, y ...
"sólo para nuestros ojos"
Una experiencia, casi mística.