ANBOTO

17/08/2013: Anboto 

Altura: 1.331m

(Bizkaia)



Esta vez, conocíamos la ruta a seguir, después de tres intentonas fallidas por mal tiempo, sin lugar a dudas, era una asignatura pendiente el ascender a la cima que más leyendas ha alimentado, la morada de nuestra Mari, la dama del Anboto.

Salimos de Bilbao, con un día soleado, pero a medida que nos acercábamos a Urkiola, la niebla en las cumbres, amenazaba con fastidiarnos la jornada.

Aparcamos el coche a las 9:40, en Urkiola, y optamos por el camino más utilizado, partiendo de la pista del santuario, bordeamos Urkiolaguirre.


Llegamos a las campas de Asuntze, y al Pol-pol, aquí os dejo una panorámica:


Por delante el Anboto:


Y a  nuestras espaldas, el Mugarra, parcialmente oculto


En el collado de Pagozelai, 


tomamos la pedregosa senda de Arrueta, en  teoría, la ruta “normal”, tenemos por delante unos 900 m, muy accidentados.


Hasta aquí, ha sido un suave paseo, así que echamos la mirada atrás y la verdad es que es paisaje sobrecoge:


Buff, ahora empieza la parte complicada o la más divertida, depende como se mire; iniciamos la "trepada" entre los hayedos de Arrueta, 


Estamos en territorio “capril”, y éstas, discretamente, se apartan para que podamos remontar hasta el canal de Anboto sakona.


A medida que vamos subiendo aferrados a los peñascos, el cresterío se va acercando, y el suelo alejando, y mientras jugamos al despiste con el incipiente vértigo, pues el hayedo ya no nos cobija, en Autzen Altarie (Altar de cabras), singular topónimo que designa el tramo de arista, más o menos horizontal, a 1.200 m, entre Elgoin y Anboto, las susodichas toman tranquilamente el sol.


Sencillamente, las vistas son impresionantes:


A unos 1.227 m, de altitud, las piernas se empiezan a resentir, así que nos tomamos un pequeño descanso, junto al punto donde se recuerda a algún montañero, en el collado de Agindi,


Lugar inmejorable para contemplar parte del cresterío, en concreto la arista que va desde Anboto a Saitzen Puntie (1.247 m) y Elgoin (1.243m).

Collado Agindi
Ya estamos cerquita, pero esa nube, ¿es una nube baja?,  huy se aproxima a mucha velocidad, tanto que  “Copito de nieve” procura evitarla, y Heidi, donde andará?….Uf, será una oveja descarriada de altura?.


Por delante un piramidal pedrusco, que parece ser el último escollo, pero sólo lo parece,  hay que subirlo, y luego bajar, y volver a subir…


Nos queda el último arreón,  y aquí mi compañero de fatigas se mimetiza con el entorno, donde está Wally??


Una curiosa ventana natural  nos permite asomarnos  al otro lado, pero nada que ver, la caprichosa y juguetona niebla nos lo impide, ahora salgo, y cuando menos lo esperes, me despejo,


Y por fin, …llegamos, a las 11:24, y esto es lo que vemos ó mejor palpamos, porque ver, lo que se dice ver…


Y, dejamos constancia de nuestra proeza en el buzón,

Buzón de Anboto
Yo que quería sacar una imagen de todo el cresterío, y el paisaje ..... buff, va a ser que no.


Nada, que mejor sacamos los bocatas, mientras esperamos que la niebla se disipe, y como no,  las chovas aparecen, y con las alas desplegadas, se lanzan a la nada:


Aquí, mi amiga debe de estar esperando que le lance unas migajas, pobre incauta, devoro el bocata con avidez, o es que la muy coqueta quiere que la inmortalice con su mejor perfil ??


Vale, ahora si podemos ver algo, eso de ahí abajo, es el Collado de Zabalaundi:


Sí, sin lugar a dudas, el punto blanco de ahí abajo es el Refugio, y los picos: el Iruatxeta  de 1.062 m, con sus monolitos rocosos, y detrás el Orixol de 1.131m.


Y ahora que ha despejado, la foto de rigor aferrada al hacha de la cumbre.


Como bien dijo el alpinista Ed Visteurs “La cima es la mitad del camino”, y ahora toca bajar, porque subir, hemos subido, y bajar… bajar impone!!


Mi peculiar Indiana Jones me convence para tomar el camino por la arista sur, más que nada por no repetir, pues nada, derechitos a Zabalaundi, jah, tenemos que ir al puntito blanco, y la verdad es que parece fácil, pero acongoja y mucho.


La bajada, por supuesto, nos reserva alguna sorpresilla, como el vertiginoso y espectacular  Ojo de Bentanetan, que invita a asomarse a los abismos de la cara este:

Ojo Bentanetan
El mismo ojo, visto desde a Arrazola, justo por encima del espolón de Ezkilar:, en una imagen tomada en una de las subidas frustradas:

Espolón de Ezkilar
Y muy cerquita del Ojo, una cuevilla, aparentemente de pequeñas proporciones. y a ras del suelo, que bien podría servir de refugio en caso de tempestad, pero como no es el caso, hay que seguir ...


Todavía tenemos mucho camino por delante, y mi arapahoe marcha en cabeza, con paso firme, y totalmente erguido, aunque en un momento le oigo derrapar con las piedrillas, y siento que me tiemblan las piernas, como si fueran de gelatina, pues  la pendiente es muy, pero que muy, pronunciada, y no es el lugar idóneo para bajar dando graciosas volteretas.


Uff, un encantador pajarito y sus primos vuelan sobre nuestras cabezas, y seguro que los muy granujas están esperando llevar un desayuno consistente a las criaturitas que tienen en el cercano Mugarra, pero se van a quedar con las ganas ...


Un vistazo hacia atrás y sobrecoge ver lo que ya hemos recorrido


Por mi parte, y con el equilibrio algo tocado, en algunos tramos, adopto una postura poco ortodoxa para bajar, emulando a la niña del exorcista haciendo el pino puente, primero un pie, luego el otro, ahora una mano, luego la otra, y vuelta a empezar.


Y no es para tomárselo a broma, aghh,  me resulta algo complicado mantenerme erguida con semejante desnivel.


y poco a poco, nuestro destino está mas cercano.


Y pasito a pasito, la cima se va alejando


 Y vamos llegando al verde del valle


Por fin llegamos a suelo firme, parece increíble ver por donde hemos bajado, así que de nuevo hay que inmortalizar tamaña hazaña, y como no podía ser de otro manera, con cara de inmensa satisfacción.

      

Y es que el impresionante Anboto, que dejamos a nuestra espalda,  nos muestra la mitad de sus caras

Anboto
Y ahora a por el coche, así que ponemos rumbo a Urkiola, jah, sorpresa, después de caminar un ratito, aun nos quedan 5,2 Km, que ilusión ....


De nuevo en Pol-pol, vamos dejando atrás el Anboto, y es el Mugarra quien, de nuevo, atrapa nuestra mirada:


Y, por supuesto, visita obligada:  la cobriza fuente del Pol-pol, agua que sabe a hierro y a gloria.

Fuente del Pol pol
Y por fín, llegamos, y según un programilla que nos hemos descargado en el móvil, hemos recorrido unos 16 km, en escasamente 5 horas, y hemos consumido unas 850 kilocalorías, la mitad de las cuales, las hemos recuperado con el bokata, y si las cuentas no me fallan, a poco que nos tomemos una cerveza y una hamburguesa, nos excedemos. Menos mal que hemos liberado bastante adrenalina y respirado oxígeno puro a raudales, para compensar. Por cierto, nos hemos dejado en los pendientes: visitar la cueva de Mari, ... pues,  tendremos que volver, total, es un paseíto de nada. 

Recorrido
Bahh, mejor no pensar, tenemos el tiempo justo para volver a casa, darnos una ducha, y salir, toca: txupinazo y Marijaia como broche final a otra jornada magnífica.





7 comentarios:

  1. Simplemente impresionantes las vistas! Nada sencillo escalar aquí! Y de nuevo un buen relato. Gracias por compartir Feli.

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    1. Gracias a tí, Joannes, no es fácil subir a Anboto que es el más conocido y complicado de Bizkaia, es algo traicionero, pero está lleno de encanto y misticismo.

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  2. Joder Feli, menuda excursión y menudo trabajo en el blog. impresionante.

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  4. Feli, pero que gran pasada te diste en la montaña, y unas tomas espectaculares!!!... Saludos, me en
    encanto tu trabajo! Felicitaciones

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  5. Estupendo Feli! Me ha encantado lo bien que lo cuentas y lo documentas. Estás hecha una buena montañera (además de fotógrafa y cronista). Un abrazo!

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  6. He disfrutado como un enano mirando tu blog..y esta entrada.. Bestial.. Que recuerdos!! Gracias es genial .. Y un saludo a Marijaia. Que ahi está.. Apertas

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